La semilla que se transformó en un proyecto.
Mi toma de conciencia ecológica comenzó cuandoiba en el liceo y tenía 16 años. Me di cuenta que gastábamos una gran cantidad de papel.Motivada por los consejos de mi profesor de Química, me comprometí en realizar un cambio ecológico y comencé una campaña de reciclaje de papel con mis compañeros más cercanos. Invitamos a los demás alumnos a dejar las hojas ya usadas y carpetas de cartón en un recipiente para enviarlo a reciclar. Gracias a los resultados positivos continúo mi compromiso con el paso de los años con la protección del medio ambiente y empiezo a cambiar mis costumbre :
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Limito el uso de bolsas de plástico
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Uso cantimploras para no consumir agua en botella de plástico
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Adopto la copa menstrual y las toallas higiénicas lavables.
Llega el momento de lidiar con la sala de baño. La mayoría de los champús tradicionales, los acondicionadores y cremas para peinar que usan una botella de plástico de un solo uso que no podrán reciclarse y terminarán en nuestros océanos… Es por eso que Spumella se crea y comienza una aventura que me llevará a investigar acerca de los mejores ingredientes naturales, biodegradables, esenciales para un champú sólido ecoresponsable.
Y ¿por qué el nombre de Spumella?
El nombre de Spumella está inspirado del latín spuma que significa la espuma o la espuma de mar. Evoca al mar y a su espuma que es ligera y delicada.
¿Quién está detrás de Spumella?
Comprometida ecológicamente y no habiendo encontrado un champú sólido adaptado a mi tipo de cabello, decido crear mi propio champú que tenga mis exigencias y expectativas.
« Quería poder utilizar un champú con una fórmula simple y sana que tuviera también un envase ecológico. A veces encontraba champús con fórmulas sanas pero que estaban envasadas en botellas de plástico. Otras veces encontraba champús sólidos en cartón pero con ingredientes polémicos y/o peligrosos para el medio ambiente y que no eran aptos para el cuero cabelludo sensible ».
Entonces decido ser parte del cambio con un champú sólido natural, cero plástico, ecoresponsable, fabricado a la mano en Francia y con una lista minimalista de ingredientes.
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